Reciban un abrazo fraternal, por este homenaje a dos de nuestros más destacados poetas de lo últimos años. Hoy quiero recordarlos con estos poemas.
Alcy Doney Calle joven poeta, quien apenas se asomaba a la vida, su poesía tiene las dimensiones de una voz y canto existencial, el cual, se desprende de su alma adolorida, pero expresado en un verso lírico de largo aliento. Recordemos estos bellos poemas:
Ya no quiero de regreso mi vida,
si de pronto alguien,
o por casualidad,
de esas cosas que pasan,
la ve divagando
por las calles,
o debajo de un árbol
calmando su modorra,
o buscando recuerdos
bajo las piedras,
díganle que no regrese,
que no hay quien la espere,
que así la pase bien o mal,
aún sigo desvistiendo el viento,
caminando en cámara lenta.
Díganle
que ya no la quiero de regreso,
como poeta estoy bien.
F
Llego con la primera luz del día
se acomodó despacio
en la vieja mesa de trabajo,
se sirvió un café
y prendió el cigarrillo
como era su costumbre
de aquellos momentos moribundos,
después de tantos impulsos
no sé, si de inmortalidad
o de total fracaso
se fue desarrugando
sobre la hoja en blanco
soltando una a una
las palabras muertas
de la noche anterior
en la que transcurrió
como cuerdo
en maullarle a la farola.
Alcy Doney Calle (2013)
VER: http://poesiadiamundial2q.blogspot.com/2013/02/alcy-doney-calle-poeta-del-suicidio-de.html
Edgardo Escobar Gómez.
Amigo del alma y de tertulia, compañero fundador de la “REJA EN EL AIRE”.
La poesía de Edgardo, tiene las dimensiones del tiempo, del amor, de la generosidad y la bondad convertida en un acto de humildad, de nobleza, de grandeza unida a una sensibilidad estética, que de momentos, se nos muestra edificante en su mensaje, de un llorar de alma dentro un padecimiento de asombro:
No sé si alcanzaremos
la tierra prometida
si podremos sentir la verdad
de ser humanos
antes de que zarpen los delfines para siempre
y no quede ya luz para gastar en mariposas.
No sé si habrá una sonrisa de victoria para cuando el cielo cicatrice
y el agua regrese a su bondad de espejo no sé si tendremos una piel de humanos todavía cuando en el ciego desierto
el verde abra sus ojos
y en un aleteo de corazón
altere los zumbidos informáticos.
No sé si llegaremos a tiempo
a las cavernas de la sangre
y podamos cobijarnos con la misma piel
que dividimos en el odio de las viejas guerras.
Y nos miremos a los ojos
y entendamos por primera vez
que estar vivos es llorar de alma
y padecer de asombro.”
(Edgardo Escobar G. 2005)
VER: http://es.calameo.com/books/00206030652e56fe323ba
Con cariño y amistad.
José Clareth